Cuanto más camino, y contemplo las montañas.
El báculo se inmuta, me detengo,
para adentrarme en en país que es tu presencía.
No soy lastimero pero voy cayendome de sueño.
Pero tu me resucitas con tu aliento de estrellas,
de claridad y de guerra entre los que han nacido.
Vengo de tierra fértil, de brusquedad entre oraciones.
Mis manos te han tocado con firmesa y suavidad.
Mi corazón, eterno bienestar de pasarelas.
Un edificio de orgullo y una terraza de palabras que matan.
Fijarme una meta, herir al naufragio.
Como el me a herido a mi.
Eso no es seguro dice mi conciencia, la grieta es pura.
Te necesito.
Te proclamo desde donde vengo cantando mi canción que aprendí a media noche con tu imagen sonriente.
Por que las montañas son hermosas, y jamás dejarán de serlo.
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Las montañas
lunes, 10 de agosto de 2009
Cuanto más camino, y contemplo las montañas.
El báculo se inmuta, me detengo,
para adentrarme en en país que es tu presencía.
No soy lastimero pero voy cayendome de sueño.
Pero tu me resucitas con tu aliento de estrellas,
de claridad y de guerra entre los que han nacido.
Vengo de tierra fértil, de brusquedad entre oraciones.
Mis manos te han tocado con firmesa y suavidad.
Mi corazón, eterno bienestar de pasarelas.
Un edificio de orgullo y una terraza de palabras que matan.
Fijarme una meta, herir al naufragio.
Como el me a herido a mi.
Eso no es seguro dice mi conciencia, la grieta es pura.
Te necesito.
Te proclamo desde donde vengo cantando mi canción que aprendí a media noche con tu imagen sonriente.
Por que las montañas son hermosas, y jamás dejarán de serlo.
El báculo se inmuta, me detengo,
para adentrarme en en país que es tu presencía.
No soy lastimero pero voy cayendome de sueño.
Pero tu me resucitas con tu aliento de estrellas,
de claridad y de guerra entre los que han nacido.
Vengo de tierra fértil, de brusquedad entre oraciones.
Mis manos te han tocado con firmesa y suavidad.
Mi corazón, eterno bienestar de pasarelas.
Un edificio de orgullo y una terraza de palabras que matan.
Fijarme una meta, herir al naufragio.
Como el me a herido a mi.
Eso no es seguro dice mi conciencia, la grieta es pura.
Te necesito.
Te proclamo desde donde vengo cantando mi canción que aprendí a media noche con tu imagen sonriente.
Por que las montañas son hermosas, y jamás dejarán de serlo.
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