Lloré, alucinando por lo más efimero.
Qué puede soportar el corazón si no es esta melancolia.
Corazones estrallandose contra la pared, minutos.
.
Te amo.
Desaparezco sin necesidad, contrareloj.
El deber, un imperativo categorico, es más fuerte que yo.
Y me siento más triste que ayer.
Una oda distinta, para entrar en el vacio.
Comos separados y fucionados, para consumarse en energía.
Tragaré tierra si es necesario, pero viviré este frio en el alma.
Para amordasarme con telas de seda.
Sentirme vivo, y somnoliento.
Terminar desnudo, yaciente y calsinante para quemarme por dentro.
Mirame, mirame, mirame, pero mirame.
Encuentreme en estas piedras, en este recinto.
Sin procupaciones, sin necesidad de ambiguedades.
Te amo.
Televisiones prendidas, me saturarán, me dirán que hacer.
Obedeceré.
No haré otra cosa más que culminar tirado en las nubes descansando.
Fulminantes y ruidosos juegos pirotecnicos se despiden de los habitantes de la tierra.
Haciendo alboroto de su espontaneidad y su gran apertura a la fiesta.
Muero por ti amor.
Te amo.
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La mesa
lunes, 10 de agosto de 2009
Lloré, alucinando por lo más efimero.
Qué puede soportar el corazón si no es esta melancolia.
Corazones estrallandose contra la pared, minutos.
.
Te amo.
Desaparezco sin necesidad, contrareloj.
El deber, un imperativo categorico, es más fuerte que yo.
Y me siento más triste que ayer.
Una oda distinta, para entrar en el vacio.
Comos separados y fucionados, para consumarse en energía.
Tragaré tierra si es necesario, pero viviré este frio en el alma.
Para amordasarme con telas de seda.
Sentirme vivo, y somnoliento.
Terminar desnudo, yaciente y calsinante para quemarme por dentro.
Mirame, mirame, mirame, pero mirame.
Encuentreme en estas piedras, en este recinto.
Sin procupaciones, sin necesidad de ambiguedades.
Te amo.
Televisiones prendidas, me saturarán, me dirán que hacer.
Obedeceré.
No haré otra cosa más que culminar tirado en las nubes descansando.
Fulminantes y ruidosos juegos pirotecnicos se despiden de los habitantes de la tierra.
Haciendo alboroto de su espontaneidad y su gran apertura a la fiesta.
Muero por ti amor.
Te amo.
Qué puede soportar el corazón si no es esta melancolia.
Corazones estrallandose contra la pared, minutos.
.
Te amo.
Desaparezco sin necesidad, contrareloj.
El deber, un imperativo categorico, es más fuerte que yo.
Y me siento más triste que ayer.
Una oda distinta, para entrar en el vacio.
Comos separados y fucionados, para consumarse en energía.
Tragaré tierra si es necesario, pero viviré este frio en el alma.
Para amordasarme con telas de seda.
Sentirme vivo, y somnoliento.
Terminar desnudo, yaciente y calsinante para quemarme por dentro.
Mirame, mirame, mirame, pero mirame.
Encuentreme en estas piedras, en este recinto.
Sin procupaciones, sin necesidad de ambiguedades.
Te amo.
Televisiones prendidas, me saturarán, me dirán que hacer.
Obedeceré.
No haré otra cosa más que culminar tirado en las nubes descansando.
Fulminantes y ruidosos juegos pirotecnicos se despiden de los habitantes de la tierra.
Haciendo alboroto de su espontaneidad y su gran apertura a la fiesta.
Muero por ti amor.
Te amo.
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